El mar y el viento

Y cuándo el mar se tranquilizó
es cuándo el viento sopló una y otra vez
con fuerza y más fuerza
y la tormenta volvió
enfureciendo la tranquilidad soñada
enfureciendo a los sentidos
moviendo los incognitos rebordes del alma
y me sujeto una vez más para no doblar la compostura
más sin prisa el tiempo calmado prosigue su curso
y yo me voy con el sin sentirlo
porque te tengo aquí mi sol
desde el amanecer hasta el anochecer
en que calmado te duermes tranquilo y sin pensar
dulces sueños de algarabía son los matices que tienen tu vida
dulces y colores para vivir sueños que colman la vida
y el mar tranquilo se volvió a dormir una vez más
soñando y pensando
sin hacer caso al viento que danzando cantaba una canción
y la arena moviendo las manos lo acompañaba en alta voz.