martes, 7 de octubre de 2014

   LA CLINICA 
Durmió como un ángel, plácidamente se levantó y al mirarse en el espejo maravillada sonreía porque las ojeras que tenía el día anterior habían desaparecido, se habían esfumado, estaba bellísima, con una hermosa piel resplandeciente; se bañó y mientras se ponía la blusa pensaba en que Esteban podría estar en ese instante con ella jugando con los botones de su blusa y entre locos y apurados por salir a trabajar sin que se les pase el tiempo quizá hubiesen tenido tiempo para hacer el amor, pero por un capricho del destino no fué así. Tarareo una canción y seguía pensando en las arañas y también en el sueño ese del otro día en que un perro furioso le mordía la mano, y no la dejaba pasar a su casa; pero seguía felíz, se ponía asi cada vez que amanecía con sol y si al mirarse en el espejo se sentía bien era capaz de tomar el aire con las manos y saborear la delicia que te dá la vida, bailaba y saltaba como antes esfumándose todo lo malo en ese instante; sólo existía ella y nada más que la felicidad de sentirse bien!
Encontró a Esteban meditabundo, apenas si hablaba, que le pasaba? pensaba; quizá podría estar enfermo o quizá seguía molesto por lo del otro día, no quiso preguntarle; cuándo en eso zas!, timbra el teléfono era una llamada para decirle que su pequeña hija Tefi tenía fiebre y había que llevarla al médico; Esteban solo la miró y sin pronunciar su nombre se prestó ayudarla como si adivinara su preocupación tomaron la llave del auto y salieron presurosos al colegio de la pequeña Tefi; él había vuelto de ese ensimismamiento en que se encontraba y le decía palabras cariñosas porque la amaba; fueron directo a la clínica porque mientras manejaba al colegio y con el tráfico infernal trasladaron a Tefi a la clínica; el médico del colegio había diagnosticado una apendicitis que sin saber se había gestado días atrás con una leve diarrea y dolores abdominales difusos parecían sin importancia; pero ya ella estaba allí en la camilla próxima camino a sala de operaciones.
Esteban había salido a tomar aire y a devolver unas llamadas telefónicas que le estaban haciendo para cerrar un negocio que tenía pendiente; y eso lo tenía abrumado las acciones habían bajado tanto esos días que probablemente cierren con bajo precio y el monto perdido era sustancial;  él ingresó y simplemente se despidió y se retiró diciéndole que iba almorzar con amigos; cosa que ella no lo esperaba le sorprendió muchísimo esa actitud; él no era así; algo le estaba ocurriendo y ella no lo sabía; porque en esos momentos tan importantes que necesitaba de un apoyo emocional y moral él se había olvidado de ella; antes de que Tefi salga de Sala de Operaciones salió para su casa para ponerse algo cómodo y ligero; en el camino la llamó Azucena para comentarle que  no olvide saludar a Gianella quien cumplía años esa semana; y de paso que le comentaba  que el marido de ésta le había comprado una casa a la amante de 24 años que tenía y que en la urbanización donde vivía  todo el mundo lo sabía; y que la chica era muy bonita y etc, etc, sin escucharla solo oirla hablar  y lo único que pudo decir fue: ella lo sabe?, no lo creo contestó Azucena; entonces déjalo asi; y alli quedó; pero Azucena se encargó de llamar a las demás amigas de su grupo para comentarles y hacerlas recordar del cumpleaños de Gianella; y hacer una pequeña reunión en honor de su amiga.
En el camino directo a la clínica sólo pensaba en su hija, y en Esteban que estaba actuando tan extraño y que no entendía lo que le pasaba; que le era muy incómodo porque no conversaban para resolver esa situación; y sobre todo ella con muchos problemas juntos; lo pasó a segundo plano.
Esperó durante no se que tiempo cuando escuchó una vocecita que balbuceaba su nombre; y ella automáticamente corrió al lado de su pequeña; mientras la atendía pensaba en el sueño que había tenido, habría sido quizá premonitorio?
Tefi a los pocos días salió de alta, rebosante de salud, y Laura no podía creer que su nena se haya podido recuperar tan pronto; estaba felíz con una vitalidad que contagiaba, tenía muchos regalos, peluches y otros muñecos que jamás los había visto; llegaron a casa y con todas las atenciones y cuidados la niña regresó pronto al colegio.
Esa noche durmió entre saltos y vaivenes placenteramente se podría decir; o quizás no! aunque yo podría decir que  jamás tuvo insomnio, pero esa madrugada Esteban le quitó el sueño; no pudo volver a conciliar el sueño; y cerca a las 6 de la mañana se volvió a quedar dormida...
                                                 



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